Los seis días que hay entre la noche buena y la noche vieja (Navidad y año nuevo) suelen ser lentos, apagados, ineptos, con poco contenido mediático y laboral… La mitad de la gente está de vacaciones, la otra mitad trabaja a media máquina. Las noticias escasean pues los poderosos también están de vacaciones y son los mandos medios quedan a cargo de las vocerías pertinentes en estamentos políticos rimbombantes (Ejemplo de eso lo vemos en los ilustres personeros del PP y el PSOE encargados de opinar, en nombre de sus respectivos partidos, sobre el mensaje navideño del Su Majestad el Rey Juan Carlos I. Eran, en su esencia, unos desconocidos que les tocó laburar el 25 de diciembre…)
La sensación permanente es que no pasa nada… Estamos inmiscuidos en deja vu perpetuo.
Se repiten los personajes, las historias y los reportes del año pasado, del antes pasado y también los que vendrán el 2008. Se buscan, eso sí, noticias novedosas con gran insistencia para que la agenda setting no muera de inanición y es así como Sarkozy acapara portadas en todos los periódicos por ir a Luxor con Bruni (foto), una guapa cantante que se ha liado con músicos, empresarios y actores varios. No todos franceses.
Un asesinato en masa en Seattle nos asombra. La repentina baja de presión de Soledad Alvear pone en vilo a la moribunda DC y como aún la encuesta CEP coloca a Alvear en el primer lugar de los políticos con más futuro, los medios chilenos se agolpan en la clínica donde la Senadora se recupera.
Algunos kosovares golpearon a un actor español de apellido Moreno en su casa cuando este se negaba a dar la clave de su caja fuerte. España no soporta más ese tipo de violencia inmigrante, se lamenta un parroquiano al café que acudo, de vez en cuando, cerca de mi oficina…
En fin, todo se detiene.
(El deporte también se detiene, salvo la Premier en Inglaterra. Al menos acá en la Península se han inventado eso de las selecciones autonómicas que juegan entre pascua y año nuevo un partido inofensivo que la FIFA se niega a declarar de oficial por más que se inviten selecciones nacionales, alguna vez Chile, y que si bien comenzó como algo identitario –Cataluña y Euskadi- ahora hasta Murcia juega con Angola o algo por el estilo)
La sensación permanente es que no pasa nada… Estamos inmiscuidos en deja vu perpetuo.
Se repiten los personajes, las historias y los reportes del año pasado, del antes pasado y también los que vendrán el 2008. Se buscan, eso sí, noticias novedosas con gran insistencia para que la agenda setting no muera de inanición y es así como Sarkozy acapara portadas en todos los periódicos por ir a Luxor con Bruni (foto), una guapa cantante que se ha liado con músicos, empresarios y actores varios. No todos franceses.
Un asesinato en masa en Seattle nos asombra. La repentina baja de presión de Soledad Alvear pone en vilo a la moribunda DC y como aún la encuesta CEP coloca a Alvear en el primer lugar de los políticos con más futuro, los medios chilenos se agolpan en la clínica donde la Senadora se recupera.
Algunos kosovares golpearon a un actor español de apellido Moreno en su casa cuando este se negaba a dar la clave de su caja fuerte. España no soporta más ese tipo de violencia inmigrante, se lamenta un parroquiano al café que acudo, de vez en cuando, cerca de mi oficina…
En fin, todo se detiene.
(El deporte también se detiene, salvo la Premier en Inglaterra. Al menos acá en la Península se han inventado eso de las selecciones autonómicas que juegan entre pascua y año nuevo un partido inofensivo que la FIFA se niega a declarar de oficial por más que se inviten selecciones nacionales, alguna vez Chile, y que si bien comenzó como algo identitario –Cataluña y Euskadi- ahora hasta Murcia juega con Angola o algo por el estilo)
Un hecho...
Pero este 2007 la historia nos golpeó en la cara.
A veces, con justa razón reconozco, esta semana nos depara sorpresas más allá de las mierdecillas impuesta por el inconsciente colectivo occidental o que pretende serlo.
Año 1996 cuatro miembros del Frente Patriótico Manuel Rodríguez escapan en un helicóptero desde la CAS, sigla que quiere decir Cárcel de Alta Seguridad en Santiago…
Año 2004 quedamos perplejos ante el tsunami del sudeste asiático.
Este 2007 se irá con la muerte de Benazir Butto por delante. Una tragedia monumental. No es la posición fácil en la que me refugio, pero yo, como ciudadano chileno, me es imposible dar una opinión sensata de algo que no me toca. Sí entiendo la gravedad de la situación –posible caída de Musharraf, inestabilidad en una potencia nuclear, talibanes huidos, Al-Qaeda, democracia de tipo occidental inerte en otro país musulmán-, pero ¿Puedo suponer la congoja de un pakistaní de Rawalpindi que pierde a su líder –quizás la ilusión de su revolución- en un atentado, que sólo se diferencia del resto de atentados en ese país en que en este murió Butto, pues nada parará el espiral de muerte y violencia?
Podremos gritar, lamentar, opinar vanamente, pero poco sabremos de la real dimensión de lo sucedido. De lo que se teje detrás de la cara de una mujer corrupta, mal gobernante, huida, pero capaz de reunir en sí misma la posibilidad de un equilibrio. Equilibrio buscado y aparado por el Imperio imperante: EE.UU., el gran perdedor internacional de este macabro hecho (macabro como todos: como cuando Allende, Kennedy, Sadat o Rabin).
Pero este 2007 la historia nos golpeó en la cara.
A veces, con justa razón reconozco, esta semana nos depara sorpresas más allá de las mierdecillas impuesta por el inconsciente colectivo occidental o que pretende serlo.
Año 1996 cuatro miembros del Frente Patriótico Manuel Rodríguez escapan en un helicóptero desde la CAS, sigla que quiere decir Cárcel de Alta Seguridad en Santiago…
Año 2004 quedamos perplejos ante el tsunami del sudeste asiático.
Este 2007 se irá con la muerte de Benazir Butto por delante. Una tragedia monumental. No es la posición fácil en la que me refugio, pero yo, como ciudadano chileno, me es imposible dar una opinión sensata de algo que no me toca. Sí entiendo la gravedad de la situación –posible caída de Musharraf, inestabilidad en una potencia nuclear, talibanes huidos, Al-Qaeda, democracia de tipo occidental inerte en otro país musulmán-, pero ¿Puedo suponer la congoja de un pakistaní de Rawalpindi que pierde a su líder –quizás la ilusión de su revolución- en un atentado, que sólo se diferencia del resto de atentados en ese país en que en este murió Butto, pues nada parará el espiral de muerte y violencia?
Podremos gritar, lamentar, opinar vanamente, pero poco sabremos de la real dimensión de lo sucedido. De lo que se teje detrás de la cara de una mujer corrupta, mal gobernante, huida, pero capaz de reunir en sí misma la posibilidad de un equilibrio. Equilibrio buscado y aparado por el Imperio imperante: EE.UU., el gran perdedor internacional de este macabro hecho (macabro como todos: como cuando Allende, Kennedy, Sadat o Rabin).
Al menos la prensa ahora -en estos días- funcionará con el brío de la historia y no con la inercia de la rutina.
Mención aparte merece la tradición. Ahora recuerdo, con inusitada nitidez el periplo anual a canelillo durante seis años a la playa de Canelillo o el Canelo, la más helada de la historia. Sebastián, Mariano, Camilo, Felipe, Salvatore. Con amigas o sin amigas. Por todo el día o sólo por la tarde. Sin intención de que fuese ritual, simplemente se daba el caso. En años en que el año nuevo aún era una vivencia lejana, esa ida a la apartada playa de la V región fue el broche para un año que se iba… Cuando los años se iban sin más.