28/10/07

Los correctivos de la elite

En estas últimas semanas dos íconos chilenos, y cuando dijo chilenos me refiero a los de verdad son chilenos y no pretenden ser otra cosa, han caído en desgracia ante los inquisidores ojos de la elite político y social que maneja el país y dicta lo bueno y lo malo en la aldea llamada Chile. Uno es el futbolista Gary Medel y el otro el senador Alejandro Navarro.
Una lástima lo del joven futbolista chileno Gary Medel, o Médel como lo llama el DT argentino Marcelo Bielsa. La noche del viernes 26 de octubre fue detenido conduciendo en estado de ebriedad y sin documento en el nocturno barrio Bellavista de Santiago de Chile. En menos de cuatro meses ha hecho de casi todo: pegarle una patada a un rival en las semifinales del mundial Sub 20, escupir al jugador de Deportes Concepción Patricio Almendra, propinarle un cabezazo a un compañero y dar muestra de que potencialmente puede ser el mediocampista de quite (pivote) que Chile necesita. Un periodista de El Mercurio lo comparó con el volante italiano Giuseppe Gatusso.
Evidentemente el espectro periodístico nacional reaccionó ante el error del novel jugador. Con rapidez los directivos del elitista club al que pertenece –la Universidad Católica- gestionaron una rueda de prensa donde Medel (en la foto) pidió perdón a sus compañeros, a su entrenador y a los hinchas por su actitud. El presidente del club Jorge O’Ryan dijo que para evitar que vuelvan ocurrir este tipo de cosas en la desordenada vida del deportista, arreglaría todo para que Medel y su familia (esposa y dos hijos) se vaya a vivir a una de las casas que tiene la institución cerca del Estadio del equipo, ubicado en el barrio de San Carlos de Apoquindo, una de las zonas más caras de Santiago.
Medel, que vive en el “batustan” de Conchalí, tiene rasgos mestizos más cercanos a los aborígenes que al conquistador europeo, su familia es pobre y a los 16 años ya era padre. Su barrio es de gente humilde, de chilenos pobres, que nunca accederán a una vivienda como la que podrá tener Medel si acepta la oferta del club y que a pesar de la obligatoriedad de la educación durante 12 años, no lograrán entrar a la Universidad, pues la educación pública es mala y no puede competir con los sempiternos colegios particulares. En resumen una pobreza permanente (en Chile hay algo claro: puede que cambie el nivel de vida de la gente, y eso ha ocurrido durante los últimos 30 años, pero los pobres de Chile seguirán siendo los pobres de Chile).
En fin… De más está decir que es una apetitosa oferta la que tiene al frente Medel; que seguramente con el dinero que gane como futbolista podría comprarse grandes casas y tener varios coches. Hasta cierto punto creo que no es importante si acepta o no.
Lo triste es la actitud de los dirigentes del club que creen que los problemas conductuales del jugador se resolverán si se cambia de barrio. Si deja a su gente para irse a vivir a un sitio donde no conoce a nadie y no conocerá a nadie. Donde los vecinos que tendrá él y su esposa lo mirarán con el permanente desdén con la que la clase alta-caucásica de Chile mira a los chilenos. Lo que pretende la UC es reubicar al jugador, para apartarlo de las malas influencias para que se centre en su carrera sin pensar en la estabilidad de Medel ya no como futbolista sino como humano. Esto es paternalismo puro y duro.
¿Hubiera sido esa la solución para que el tenista Marcelo Ríos, nacido y criado en la elitista comuna de Vitacura y cuyo prontuario incluye atropellar a su preparador físico, orinarle las piernas a una chica en La Serena, pegarle a un taxista en Roma, entre otras cosas; cambiara su fatal derrotero conductual?
Nadie en su sano juicio le hubiera sugerido cambiarse de barrio ¿Por qué debemos suponer que esa es la solución para Medel?
Esto es paternalismo de una clase que cree poseer el bien común.

Navarro desaperece
Mientras los sucesos en que se vio envuelto Medel ocupan las portadas de los diarios, el senador Navarro (en la foto) no aparece en los mismos. Uno de los pocos, quizás el único político que tiene claro que la clase dirigente no conecta con el país y que no teme –o no temía- enfrentarse a ciertos poderes fácticos enquistados en la centroizquierdista Concertación de Partidos por la Democracia y de atacar virulentamente a la, cada vez menos, vaca sagrada Ricardo Lagos.
El senador por la Octava Región tuvo bastante visibilidad en el conflicto de los subcontratistas con Codelco, es el único político nacional que dice simpatizar con la revolución bolivariana de Chávez y es un connotado defensor de los derechos de las minorías indígenas. En septiembre encabezó el paro nacional de trabajadores lo que generó malestar en la clase política. El enredo político de la elite chilena es tan tremendo que provoca que un parlamentario miembro de la coalición de Gobierno, como Navarro, sea criticado por participar en una marcha de obreros contraria a La Moneda, aún cuando el germen de la izquierda es ese: los obreros…
Lo tragicómico es que en plena marcha, cuando los trabajadores chocaron con las fuerzas policiales, Navarro recibió un golpe de un efectivo de Carabinero. Es lo que en Chile se denomina lumazo. Su cara ensangrentada fue captada por las cámaras y la imagen del Parlamentario medio moribundo fue fulminante. El hombre iba en camino en transformarse en un mártir viviente.
Pero días después apareció en TV un video en que minutos antes de recibir el lumazo, él agredía al Carabinero. Las imágenes lo desacreditaban, pero eso no bastó. Algunos políticos de la clase dirigente nacional señalaron con el dedo a Navarro y dijeron que su actuar meritaba una acusación constitucional. La intentona quedó en veremos, pero surtió efecto.
Desde ese momento Navarro desapareció de la prensa. Dejó de generar noticia. Se calló.
¿Presión?
Debe ser difícil enfrentarse ante los poderes nacionales. Siempre se dice que todo político tiene su bote de basura donde esconde sus secretos (y que la misión de los contrincantes en campaña es destapar ese bote). Lo claro es que por alguna razón, tal vez la antes descrita, Navarro desapareció de la agenda Setting.

20/10/07

Informadores y herramientas de internet

Varios factores me han llevado a sucumbir ante las herramientas del Internet global. Antes, en Chile, el pudor y la abulia me impidieron estructurar un BLOG, por ejemplo. Ahora ya han pasado cuatro meses desde que tengo este y he publicado más de 20 entradas a pesar de que aún no tengo muy claro porque lo hago. ¿Objetivo o satisfacción? No lo sé. Ambas quizás, pues en rigor, son cosas distintas.
Trasmitir ideas o vivencias puede ser un objetivo.
Escribir regularmente puede llegar a ser una satisfacción.
En su trasfondo el BLOG logra que los sucesos que me ocurren, y que seguramente en Chile se los hubiese contado a un Cucurullo o a un Felipe Pérez -logrando sus risas o su indeferencia- tengan un germen de novedad, tal vez porque vivo en un país que no es el mío. No es que no tenga a quien contarle lo que pienso o me sucede, pero la distancia me da la excusa de publicarlo abiertamente aunque tampoco tengo del todo claro quien lee mi BLOG ni mucho menos que piensan al leerlo.
¡¡¡Cuatro meses y por fin aparece un aforismo en mi BLOG!!! Helo aquí: “La distancia reduce el pudor”.
Sin embargo, asumo que me he autocensurado y muchas de mis vivencias y pensamientos están reservados para algún libro que escribiré algún día en alguna vida. Pero no es una disculpa y así reza la frase de mi amigo Milan Kundera que se antepone a la foto de Belgrado en llamas.
Toda esta reflexión no es causal, es más bien constante, pero ahora surge con más fuerza porque hace unos días me he unido a un mundo paralelo llamado Facebook.

Blog versús Facebook
Lo de publicar fotos propias no es mi especialidad, nunca haría un fotolog por ejemplo, aún cuando en Chile se está tornando un rasgo identitario tenerlo. Pero me empezaron a llegar invitaciones de amigos y conocidos para unirme a este escenario de la globalidad-modernidad outsider aún del monopolio GOOGLIANO (hasta que los dólares digan lo contrario), y el sábado pasado empecé con eso del facebook sin mucho apuro.
Aún es precario. Tengo pocos contactos y no he puesto ninguna carpeta con fotos, no creo que publique fotos personales, quizás paisajes… Los que lean esto y hayan visitado mi facebook me reprocharán que la foto de cabecera que tengo sea una precisamente mía, aun cuando puedo poner la foto de Belgrado en llamas que tanto cariño le tengo, o la de un mapa, siempre tan recurrentes en mi BLOG… Merezco el reproche.
Sin embargo, todo lo que el BLOG me da para mantenerme ciertamente conectado con Chile y mis amigos del mundo, Facebook me lo está quitando. Suena paradójico, pero, al igual que pasó con irrupción del móvil, Facebook es un enemigo de la casualidad, del azar.

Los preglobales ‘90
Antes, para quedar con tus amigos o para cualquier cita, había que fijar lugar y hora de antemano. Incluso había sitios donde quedar. Sitios donde estabas seguro que podías ver a algunos de los tuyos. Un bar, una esquina, una cafetería, el frontis de una residencial… Ahora todo queda supeditado a la exactitud horaria que da el móvil o celular. Si quieres quedar con alguien: llamas, si quieres reunirte con tus amigos coordinas todo con mensajes. Si te atrasas mandas un mensaje de disculpa y listo…
Esos momentos tan propios de los ’90, cuando aún era un lujo tener celular, en que salías de casa sin haber hablado con nadie y llegabas a la plaza de tu barrio (la de Llo-lleo en mi caso) y veías caras conocidas han sido borradas de un plumazo. Se perdió la sensación de vértigo que se producía cuando doblabas por la esquina de la plaza y no estabas seguro de ver los rasgos distintivos de tus amigos… ¿Puede que ya se fueron? ¿Puede que no se juntasen ahí? Ahora, al más mínimo temor de hallarte sólo un sábado por la noche en medio de la nada, sólo tienes que hacer un clik en tu móvil…
¿Qué tiene que ver eso con Facebook? Pues ocurre que ya tengo 25 años y en mi vida he acumulado muchos amigos a los quienes no quiero por eso sino porque viví cosas con ellos. Experiencias.
Se dice (la verdad lo oí en la película Sand by my basada en la novela de Stefen King y donde salía un imberbe River Phonix) que los mejores amigos de tu vida son los que hacen cuando eres menor, infante o adolescente. No sé si en estos 25 años acumulé los mejores amigos de mi vida, pero si una gran cantidad de amigos y conocidos a los cuales estimo por algo simple: los vi crecer y ellos me vieron crecer.
Mucho de ellos se elevaron a una categoría donde la hermandad se antepone a la amistad y aunque ahora estoy lejos de la mayoría de ellos los añoro y los extraño (que no es lo mismo). Otros desaparecieron de mi realidad, pero no de mis recuerdos, y emprendieron su vida, y yo la mía, y las circunstancias difícilmente me permitan volverlos a ver. Ahí es cuando entra el azar…
Gracias a Facebook sé cómo está y que está Carola Muñoz en Canadá, Alejandra Álvarez en Chile o Astrid Bustamante en Ámsterdam. Sé que Sebastián Flores regresó a Chile (aunque eso ya lo sabía por mi madre). Todo ellos compañeros de colegio o instituto. Gracias a facebook volví a hablar con mi compañero de universidad Jaime Meneses y reanudé el contacto con mi primer y gran amigo español que tuve y que ahora está Londres, Carlos Miras…
En fin, suena bonito, es realmente satisfactorio.
Lo que la red me permite hacer ahora se lo está robando a la realidad tangible del futuro. La posibilidad que el azar me junte con esas personas se reduce un montón. Estaremos condenados a mantenernos en contacto (y me gustaría hacerlo) así que difícilmente se produzca un encuentro fortuito.
O pongámoslo desde otra perspectiva. Si se produce un encuentro, fortuito o programado, los temas de conversación se tornarán previsibles, pues medularmente sabras que ha sido de la vida de la persona en cuestión: sus viajes, sus trabajo, sus estudios, sus amigos, sus momentos alegres y no se producirá la sorpresa cuando me cuente que visitó China. Eso ya lo supiste gracias a facebook… Te sorprendiste antes, en la soledad de tu casa o en un ciber. Habrás visto las fotos de la muralla china, de la Plaza de Tiananmen o de la Ciudad Prohibida y te bastará con leer su descripción en el pide de la foto que explica, en nueve o diez palabras, un momento culmine de la otra persona.
En fin, esto es sólo una opinión. Quizás sólo quiero parir un pretenciosa destopía.

14/10/07

La decadencia de un imperio llamado EE.UU.

El debate en “América” como suelen decir los españoles ya está instalado y el madrileño diario El País, cuando escasean las noticias internacionales, editorializa con el tema que algunos consideran tempranero, otros antojadizos y otros necesario: Estados Unidos, el imperio imperante, está entrando en su decadencia y en menos de 150 años será otro (¿China?) el estamento político –Estado y /o nación- que bien o mal dicte las pautas para la globalizada comunidad internacional.
Sin embargo, no es mi intención hablar sobre el fin de la menguada pax americana, sino subrayar que en definitiva y para los ojos de otros siglos venideros EE.UU. no es más que otro imperio dominador, con símbolos diferentes, con un sistema político diferente, pero con objetivos más bien parecidos a los que aspiraban anteriormente un sultán otomano, un zar ruso, un emperador romano o incluso Ghegis Kan (¿el Preste Juan?). Paradójicamente, y pesar de la globalización, ni siquiera pasará a la historia por ser el primer imperio totalitario, a pesar de que sus símbolos (Coca Cola) estén en casi todos los países del globo, pues la antigua Roma gobernó todo lo que hasta ese instante era el mundo: el mar mediterráneo.
Justamente comparándolo con Roma, podemos decir que ambos sistemas eran, o son, sumamente tolerantes en variados aspectos. Religión, por ejemplo. Lo único que exigía Roma forzosamente era pleitesía para el Cesar. Lo único que exige Estados Unidos es la adopción de la democracia, a la fuerza también y en es punto podemos decir que la gran diferencia entre los imperios pasados y los posmodernos (capitalismo y comunismo) era que estos no buscaban abarcar sino convencer. Si bien Roma exigía un impuesto para mantener a las legiones, EE.UU. exige un libre mercado con todas las ganancias que eso implica.
Incluso más... si se le pregunta a la gente corriente por el nombre de un emperador romano seguro dirá Julio Cesar, el primero y más famoso de los emperadores romanos por dominar las galias, cruzar el Rubicom y ser asesinado por cinco senadores cercanos entre ellos Bruto (“Tu también hijo mío”). Uno que otro nombrará a Augusto, los menos a Nerón, Calígula, Tiberio y Claudio, que fueron los inmediatos sucesores de Julio Cesar, pero nadie recuerda a Trajano, Carracalla, Marco Aurelio o Constantino emperadores responsable del esplendor romano...
¿Qué quiere decir esto?, puede que los ciudadanos de a pie del siglo XXVI, si las campanadas de Al Gore no son ciertas y el planeta no fenece antes, no recuerden el nombre de los próximos presidentes de Estados Unidos, pero si los que construyeron el imperio americano: Delano Roosevelt, Eisenhawer, Wilson, también Kennedy y también Nixon y aunque suene asqueroso también los Bush. Analizaran los historiadores del siglo XXVI la democracia como ahora se investiga la organización administrativa de las provincias romanas. Cuesta, pero a veces hay que ver las cosas con perspectiva. Y la perspectiva nos dice que nada es eterno ni permanente. Me atrevo a afirmar que dentro de 20 años el mapa de Europa no será igual al actual, nacerá un nuevo estado en Sudamérica y de Rusia puede que aparezco otro también.

Ciudades imperiales
Un síntoma de posible declive de Estados Unidos lo vemos en el fenómeno de la inmigración. Durante el XIX y parte del XX América recibió millones de inmigrantes que han nutrido a la nación. Hasta hace poco su esencia se basaba en eso. Con Bush y el 11-S las cosas han cambiado y se le ha puesto coto a ese choque cultural tan propio de los imperios...
Hoy es Europa la cuna imperial que recepciona inmigrantes. Tal como la antigua Roma o Constantinopla, hay mega ciudades imperiales que son la fuente del progreso, la vanguardia cultural, económica y social del mundo, digna de imitar o vivir. Londres, Paris, Amsterdam, Zurich, Madrid, Berlín son el anhelo de millones de chinos, turcos, bolivianos, peruanos, bosnios, pakistaníes, ucranianos, georgianos, chilenos, argentinos, senegaleses, marroquíes, ecuatorianos,
rumanos, macedonios y un largo etc. Estás ciudades han reemplazado a las de EE.UU. que continúa siendo la atracción de mexicanos y centroamericanos.
En definitiva EE.UU., como continuador imperial de Europa, ha formado un imperio con nuevos accesorios, pero con la misma intencionalidad que los de otras épocas lo que no es un hecho negativo, más bien natural en la cíclica historia.
No hay que dejarse vislumbrar por los enormes avances tecnológicos de los últimos siglos para pensar que lo hoy existe será permanente. El primer y más dramático choque cultural, donde el intercambia de identidad y social llegó a extremos nunca vistos en la humanidad no fue gracias al MSN, facebook o los BLOG sino a las cruzadas. Más revolucionario, traumático e integrador que internet fue el ferrocarril, 150 años antes...Estados Unidos próximamente caerá y la cuestión es saber si el próximo ente ordenador también usará la democracia como sistema político o se inculcará otro....

5/10/07

Deportes: off side del progreso

Mi generación, la que nació entre el 80 y el 85, es decir, la que dio sus primeros pasos en los últimos años de la Dictadura y cogió uso de razón política, obviamente difusa por la edad, con el plebiscito del ’88, ha crecido siendo victima del progreso.
Desde que Pinochet dejó La Moneda, incluso antes, la sensación de que el país cambiaba para bien se nos inculcó de manera patológica y año tras año los datos macroeconómicos lo confirmaban. Estábamos y estamos mirando el futuro con la seguridad de que al final del camino está el edén: el desarrollo de corte occidental (¿Existe otro?). Paradójicamente, el “vamos bien, mañana mejor” que instauro Pinochet el año 1980 para aprobar su rocambolesca Constitución, encaja a la perfección con lo vivido y proyectado en los ´90.
Pero dentro de los variados estamentos en que la prepotencia del progreso globalizador ha arrasado -infraestructuras, consumo, energía, tecnología- muchas facetas del Chile de hoy han quedado fuera. Muchas. Demasiadas, pero no es mi intención abarcar todos los desastres del neoliberalismo, sino hablar de deportes.
Increíblemente los deportes en Chile han sido más sensatos que la realidad mediática. Sentía cuando era pequeño, más por la edad que por otra cosa, que esa sensación de progreso que escupía la TV y los diarios también aupaba a los deportes. En los 90 Chile cosechó éxitos que hacían pensar que quizás, tal vez, esa proyección infantil era algo tangible: Colo Colo ganó la Libertadores, el Chino Ríos fue uno del mundo, clasificamos al Mundial de Francia, luego el bronce fútbol en Sydney 2000, después el doble oro en tenis en Atenas, campeones mundiales de hockey femenino... en fin hechos, títulos, logros admirables, pero aislados.
Culpar a alguien en concreto es pretencioso y dudo que una Digeder bien administrada o un Chiledeportes fumigado de mafiosos hubiera cambiado el panorama actual, pero el lícito quejarse del descaro y desinterés de nuestra elite política para con los deportes. El ejemplo sin duda es Chiledeportes y no por ser un nido de corrupción asignando proyectos a políticos en campaña, sino porque cuando se reformuló la Digeder y se creó Chiledeportes se dejaron evidentes lagunas legales que posibilitaron los actos delictivos. En fin... todo esto lo intuyo, no me conozco la ley del deporte al dedillo, pero si tengo claro que el deportes no es rentable políticamente en el corto plazo.
Lo que si es evidente es que los logros deportivos crean una marca, una identidad un reafirmamiento total del Estado.


No nos ubica ni Dios
He comprobado en mis 11 meses en Madrid que Chile no hace noticia. Salvo por Pinochet es poco lo que se sabe de Chile en Europa lo que en su trasfondo es positivo: no hacer noticia significa que no hay malas noticias (aún cuando la pauta editorial del grupo PRISA imponga lo que es noticia en Latinoamérica). Sin embargo esa orfandad informativa va de la mano con la escasa figuración internacional que tiene Chile. No sólo produciendo malas noticias se sale en los periódicos o en la TV, lo que significa entrar en el inconsciente colectivo de la gente, sino también en los dos únicos sitios donde las naciones chocan y no hay sangre (aunque no siempre es así): la cultura y el deporte. Vuelvo a repetir que no es mi plan abarcar en este BLOG muchos puntos, sólo el banal y querido deporte...
Hace unas semanas vi en la DOS el mundial de gimnasia rítmica. Lo empecé a ver cuando estaba terminando la competencia por equipos y las rumanas lloraban por perder el oro. La cámara hizo una panorámica del recinto y comenzaron a salir las puntuación. Asombrado vi que participaron más de 40 equipos. Los primeros diez eran los de siempre: Rumania, Rusia, EE.UU., China, Alemania, España... en fin, no recuerdo cuales más. Luego Suecia, Suiza, Inglaterra, Brasil, Tonga ¿Tonga? Sí, Tonga, después Japón, Turquía, México... La cuadragésimprimera bandera que apareció en la pantalla, con el puntaje más bajo, era la chilena. No espera verla, no pensaba que habría un equipo de gimnasia rítmica que acudiera al Mundial, pero a pesar del último lugar me pareció importante y relevante ver la bandera ahí. A veces el deporte no está para alcanzar logros competitivos sino para que el país esté...aparezca...figure.
Argentina es Argentina no porque en 1945 fuese la novena potencia del mundo, sino porque tiene una selección competitiva en todas las disciplinas por equipos y cualquier nación del mundo la ha enfrentado en alguna de esas disciplinas, seguramente perdiendo.
Si al menos Chile pudiera tener una selección de baloncesto de nivel medio, si alguna vez pudiéramos ganarle a Uruguay y clasificar al mundial de Rugby, si alguna vez ganamos el mundial de hockey masculino, si alguna vez tenemos un atleta que clasifique a algunas de las finales del mundial de Atletismo, si alguna vez se cuela un chileno en la F1...podríamos aspirar a ser reconocidos en el mundo lo que es primer paso para crear un identidad común. Desde Arica a Magallanes, desde La Dehesa hasta La Viuda 9. Una identidad común.
Es pretencioso. No sé como se logra. Lo único que sé es que si las platas de Chiledeportes asignadas a la asociación deportiva del barrio X, para comprar un equipo de tenis de mesa, deberían llegar, porque supongo que de 100 niños que jueguen tenis de mesa uno saldrá bueno... (asumo el simplismo de la última frase).

Espero que el plan ADO que quiere instalar o está instalando el COCh, ese que hizo que España dejase de ser un país del montón (sumado eso si con los JJ.OO de Barcelona ’92), logre los objetivos antes descritos: no ganar, sino estar. Estoy seguro que a medida que se repita lo segundo llegarán los triunfos.