Una lástima lo del joven futbolista chileno Gary Medel, o Médel como lo llama el DT argentino Marcelo Bielsa. La noche del viernes 26 de octubre fue detenido conduciendo en estado de ebriedad y sin documento en el nocturno barrio Bellavista de Santiago de Chile. En menos de cuatro meses ha hecho de casi todo: pegarle una patada a un rival en las semifinales del mundial Sub 20, escupir al jugador de Deportes Concepción Patricio Almendra, propinarle un cabezazo a un compañero y dar muestra de que potencialmente puede ser el mediocampista de quite (pivote) que Chile necesita. Un periodista de El Mercurio lo comparó con el volante italiano Giuseppe Gatusso.

Medel, que vive en el “batustan” de Conchalí, tiene rasgos mestizos más cercanos a los aborígenes que al conquistador europeo, su familia es pobre y a los 16 años ya era padre. Su barrio es de gente humilde, de chilenos pobres, que nunca accederán a una vivienda como la que podrá tener Medel si acepta la oferta del club y que a pesar de la obligatoriedad de la educación durante 12 años, no lograrán entrar a la Universidad, pues la educación pública es mala y no puede competir con los sempiternos colegios particulares. En resumen una pobreza permanente (en Chile hay algo claro: puede que cambie el nivel de vida de la gente, y eso ha ocurrido durante los últimos 30 años, pero los pobres de Chile seguirán siendo los pobres de Chile).
En fin… De más está decir que es una apetitosa oferta la que tiene al frente Medel; que seguramente con el dinero que gane como futbolista podría comprarse grandes casas y tener varios coches. Hasta cierto punto creo que no es importante si acepta o no.
Lo triste es la actitud de los dirigentes del club que creen que los problemas conductuales del jugador se resolverán si se cambia de barrio. Si deja a su gente para irse a vivir a un sitio donde no conoce a nadie y no conocerá a nadie. Donde los vecinos que tendrá él y su esposa lo mirarán con el permanente desdén con la que la clase alta-caucásica de Chile mira a los chilenos. Lo que pretende la UC es reubicar al jugador, para apartarlo de las malas influencias para que se centre en su carrera sin pensar en la estabilidad de Medel ya no como futbolista sino como humano. Esto es paternalismo puro y duro.
¿Hubiera sido esa la solución para que el tenista Marcelo Ríos, nacido y criado en la elitista comuna de Vitacura y cuyo prontuario incluye atropellar a su preparador físico, orinarle las piernas a una chica en La Serena, pegarle a un taxista en Roma, entre otras cosas; cambiara su fatal derrotero conductual?
Nadie en su sano juicio le hubiera sugerido cambiarse de barrio ¿Por qué debemos suponer que esa es la solución para Medel?
Esto es paternalismo de una clase que cree poseer el bien común.
Mientras los sucesos en que se vio envuelto Medel ocupan las portadas de los diarios, el senador Navarro (en la foto) no aparece en los mismos. Uno de los pocos, quizás el único político que tiene claro que la clase dirigente no conecta con el país y que no teme –o no temía- enfrentarse a ciertos poderes fácticos enquistados en la centroizquierdista Concertación de Partidos por la Democracia y de atacar virulentamente a la, cada vez menos, vaca sagrada Ricardo Lagos.

Lo tragicómico es que en plena marcha, cuando los trabajadores chocaron con las fuerzas policiales, Navarro recibió un golpe de un efectivo de Carabinero. Es lo que en Chile se denomina lumazo. Su cara ensangrentada fue captada por las cámaras y la imagen del Parlamentario medio moribundo fue fulminante. El hombre iba en camino en transformarse en un mártir viviente.
Pero días después apareció en TV un video en que minutos antes de recibir el lumazo, él agredía al Carabinero. Las imágenes lo desacreditaban, pero eso no bastó. Algunos políticos de la clase dirigente nacional señalaron con el dedo a Navarro y dijeron que su actuar meritaba una acusación constitucional. La intentona quedó en veremos, pero surtió efecto.
Desde ese momento Navarro desapareció de la prensa. Dejó de generar noticia. Se calló.
¿Presión?
Debe ser difícil enfrentarse ante los poderes nacionales. Siempre se dice que todo político tiene su bote de basura donde esconde sus secretos (y que la misión de los contrincantes en campaña es destapar ese bote). Lo claro es que por alguna razón, tal vez la antes descrita, Navarro desapareció de la agenda Setting.