Aznar no venía a cuento. Chávez lo lanza a la palestra llamándolo fascista; Zapatero pica el anzuelo y defiende al ex presidente de Gobierno porque su cargo lo demanda y su talante así lo dicta. Chávez responde incólume, hay un frío dialogo y el presidentísimo de Caracas pone cara poker, muy poco habitual en su visaje plagado de sonrisas e ironías, pero calculada desde antes: en Venezuela los universitarios se lavantan ante el caudillo bolivariano... La tensión recorre el Espacio Riesco, sito en Santiago de Chile, donde se reúnen los dignatarios de las Repúblicas latinoamericanas y el Reino de España en la clausura de la XVII cumbre iberoamericana.
Bachelet, como anfitriona y tibia representante de la socialdemocracia más o menos europea, intercede tímidamente con una frase que pasará a la historia por lo insulsa, tan insulsa como la del mexicano Fox, hace tres años, cuando en una cumbre del mismo estilo el ex presidente boliviano Carlos Meza habló sobre la salida al mar y Ricardo Lagos le respondió con enérgica sobriedad, sobriedad que se echó en falta en Espacio Riesco y en quienes organizaban la fiesta…
Entonces el Rey de todas las Españas, de cuyo talante poco se intuye y poco se escribe, advirtiendo que la reacción políticamente correcta del demócrata Zapatero nada podía hacer ante las voces del autoritarismo-populista del vice dictador Chávez, reacciona como nunca nadie lo había visto, o mejor dicho reacciona como sólo una vez se le vio: en el 23-F de 1981, fecha en que la novel democracia española podía haber muerto de adolescencia. Juan Carlos Borbón y Borbón dejó su castillo protocolar, salió a cabalgar por las llanuras del hastío y se vistió con los ropajes de Monarca que es, por la gracia de Dios (o del Generalísimo), y mandó a callar al representante de Venezuela con un tono duro y con muecas que decían mucho más que la ahora famosa frase…
Luego de salir del asombro, sensación compartida por toda España y toda Latinoamérica, Chávez se frotó las manos: el Rey había bajado a su nivel o… “¿¡Me estará subiendo a mí al nivel de él!?”, debió pensar el caribeño para sus adentros... Y es que frente a frente habían dos hombres que encarnan el Estado-Nación por si solos, inmersos en una reyerta que está por sobre el resto de presidentitos de los demás países que sólo duran 4 ó 6 años en el cargo… (El Rey es que el mandatario que más veces ha estado presente en las cumbres iberoamericanas seguidos por… Chávez).
Bachelet, como anfitriona y tibia representante de la socialdemocracia más o menos europea, intercede tímidamente con una frase que pasará a la historia por lo insulsa, tan insulsa como la del mexicano Fox, hace tres años, cuando en una cumbre del mismo estilo el ex presidente boliviano Carlos Meza habló sobre la salida al mar y Ricardo Lagos le respondió con enérgica sobriedad, sobriedad que se echó en falta en Espacio Riesco y en quienes organizaban la fiesta…
Entonces el Rey de todas las Españas, de cuyo talante poco se intuye y poco se escribe, advirtiendo que la reacción políticamente correcta del demócrata Zapatero nada podía hacer ante las voces del autoritarismo-populista del vice dictador Chávez, reacciona como nunca nadie lo había visto, o mejor dicho reacciona como sólo una vez se le vio: en el 23-F de 1981, fecha en que la novel democracia española podía haber muerto de adolescencia. Juan Carlos Borbón y Borbón dejó su castillo protocolar, salió a cabalgar por las llanuras del hastío y se vistió con los ropajes de Monarca que es, por la gracia de Dios (o del Generalísimo), y mandó a callar al representante de Venezuela con un tono duro y con muecas que decían mucho más que la ahora famosa frase…
Luego de salir del asombro, sensación compartida por toda España y toda Latinoamérica, Chávez se frotó las manos: el Rey había bajado a su nivel o… “¿¡Me estará subiendo a mí al nivel de él!?”, debió pensar el caribeño para sus adentros... Y es que frente a frente habían dos hombres que encarnan el Estado-Nación por si solos, inmersos en una reyerta que está por sobre el resto de presidentitos de los demás países que sólo duran 4 ó 6 años en el cargo… (El Rey es que el mandatario que más veces ha estado presente en las cumbres iberoamericanas seguidos por… Chávez).
UN REY
El Rey, cansado de tanta política, coge el sendero del desencanto, que no es más que el pasillo que conduce al bar de la cumbre, para tomar, supongamos, un café. O un doble sin hielo para rebajar tensiones… Y es que luego de Chávez es el neo-sandinista presidente de Nicaragua Daniel Ortega el que lanza terrones de tierra a la inmaculada rojigualda. Demasiado para un día y, sinceramente, Ortega no merece ni un comentario, no es Chávez, y que Godoy se encargue de él, perdón, Zapatero…
Pero vuestra merced dejó el balón dando bote en plena área chica y Chávez comenzará a marcar goles permanentemente, como ya lo hizo al abandonar Chile: “Muy Rey será, pero a mi no me hace callar, porque yo fui electo”. Como esas vendrán más, pues Chávez, en su rol de caudillo indigenista quiere de España la misma imagen que Estados Unidos: la de un moustro imperial. Ese traje a España quizás no le queda ha medida, pero si le combina con los colores de su historia; esto si consideramos que hace 200 años aún nos mandaba, hace sólo 100 aún decía ser un imperio y hace unos pocos días otro país se sintió pisoteado por la actitud del Reino de España luego de que el Monarca en cuestión visitara dos enclaves ubicados en su territorio continental. Continental y demandado como propio: Ceuta y Melilla y el agraviado es otro reino, el de Marruecos. Si ha esto le sumamos las prepotentes maneras de algunos empresarios españoles que, adalides del progreso, campean por las devastadas provincias latinoamericanas, el cóctel está servido. Sólo faltaban los vasos y el Rey se encargó de ponerlos.
El Rey, cansado de tanta política, coge el sendero del desencanto, que no es más que el pasillo que conduce al bar de la cumbre, para tomar, supongamos, un café. O un doble sin hielo para rebajar tensiones… Y es que luego de Chávez es el neo-sandinista presidente de Nicaragua Daniel Ortega el que lanza terrones de tierra a la inmaculada rojigualda. Demasiado para un día y, sinceramente, Ortega no merece ni un comentario, no es Chávez, y que Godoy se encargue de él, perdón, Zapatero…
Pero vuestra merced dejó el balón dando bote en plena área chica y Chávez comenzará a marcar goles permanentemente, como ya lo hizo al abandonar Chile: “Muy Rey será, pero a mi no me hace callar, porque yo fui electo”. Como esas vendrán más, pues Chávez, en su rol de caudillo indigenista quiere de España la misma imagen que Estados Unidos: la de un moustro imperial. Ese traje a España quizás no le queda ha medida, pero si le combina con los colores de su historia; esto si consideramos que hace 200 años aún nos mandaba, hace sólo 100 aún decía ser un imperio y hace unos pocos días otro país se sintió pisoteado por la actitud del Reino de España luego de que el Monarca en cuestión visitara dos enclaves ubicados en su territorio continental. Continental y demandado como propio: Ceuta y Melilla y el agraviado es otro reino, el de Marruecos. Si ha esto le sumamos las prepotentes maneras de algunos empresarios españoles que, adalides del progreso, campean por las devastadas provincias latinoamericanas, el cóctel está servido. Sólo faltaban los vasos y el Rey se encargó de ponerlos.
un momento maravilloso de este año.
ResponderEliminaruna periodista chilena compro el derecho de www.porquenotecallas.cl
dice que fue lo primero que se le ocurrió hacer luego del incidente..
saludos!